La llama que enciende “Quién traerá el Alba”
Detrás de escena: una charla con Claudia Balinotti, Mariano Tiribelli y Mónica Juárez
En un escenario minimalista dos corporalidades atraviesan un sueño de signos latinoamericanos , irrumpen cosmologías con el uso de nuevas tecnologías, invitan al público a imaginar, a expandir las fronteras que impone la razón para recuperar la mística que tiene la teatralidad. Pasaron dos décadas de su estreno y Claudia Balinotti quien también está a cargo de la dirección, junto a Mónica Juárez y Mariano Tiribelli se afianzaron en una exploración que mezcla lenguajes.
Originalmente la obra se gestó en 2003 en el marco de la recuperación de Teatro x Identidad (TxI), desarrollaron 12 temporadas en Mar del Plata y otras provincias. Llegó una pandemia y por el 2021, el grupo decidió reponerla sumando nuevos lenguajes utilizando tecnología; con lo cual cosecharon reconocimientos como el premio “Innovación Estética” en el marco de la Fiesta Regional del Teatro 2023 y ha sido seleccionada por el Instituto Nacional del Teatro con una gira por la provincia de Buenos Aires. Así, la puesta invita al público a sumergirse en un espectáculo de teatro poético que combina proyecciones inmersivas, imágenes generadas por AI, sonido envolvente y modelos 3D.
En vísperas de cumplir 29 años gestionando El Galpón de las Artes, Balinotti, Tiribelli y Juárez siguen coincidiendo también en escena y comparten cómo nació la investigación y cómo fue reponerla veinte años después. Pasan los gobiernos, las crisis económicas como sociales y sin embargo se siguen eligiendo para explorar y producir teatro independiente.
LA SEMILLA QUE PULSÓ QUIÉN TRAERÁ EL ALBA
¿Cuál fue la inspiración detrás de quien traerá el alba?
(Clau):-En 2003 estábamos en el ”Galpón de Rawson”, como le decimos cariñosamente a nuestra segunda sede en Rawson 3486. Fue una experiencia compleja rearmar la sala y revincular la continuidad del grupo con esperanza. Entre las muchas horas compartidas para entelar el tinglado y avanzar, Maru trajo las bases: se retomaba el Ciclo TxI. Ese contexto extraordinariamente épico de las Abuelas abrazó la identidad grupal con la colectiva. Nos dimos un espacio para compartir sentidos sobre el Ciclo. Escucharnos. Los silencio y las miradas, el sin aliento en medio de un recuerdo, eran ya las marcas de un texto íntimo, rebelde, esperanzador
Esa primera versión de Quién traerá el alba, fue expansiva respecto de la temática de TxI que se circunscribe al rapto de infancias. Escribí y direccioné la investigación con el propósito de hacer manifiesta la temática sobre identidad pero de fondo también quería exponer la condición de la teatralidad como una construcción en base a decisiones artísticas con capacidad de entrar en diálogo con la memoria histórica y de confrontar la versión de un único mundo posible, cruel.
(Moni):- Los leímos, charlamos, buscamos maneras de expresarlos, acordarmos… Cada texto sugiere imágenes, conectadas con un entramado de experiencias, la información que uno tiene de su contenido, la investigación al respecto y además el contexto actual, así en la búsqueda de la manera de expresarlos, surgieron corporal y vocalmente imágenes que contienen ese entramado dando lugar a la creación de variadas maneras de contar verbal y físicamente y que uno se ocupa de transitarlas cada vez, al pasar por la partitura de acciones generada.
¿Cómo respondieron los diferentes públicos?
La receptividad de los organizadores y de los espectadores resignificó un texto poético, una ficción tan orgánica como verdadera que desarrolló 12 temporadas en la ciudad y fuera del territorio nacional. Fue la obra con la que iniciamos el proyecto Cruzando Fronteras, red de intercambios artísticos latinoamericanos, llegando a México en 2004. La Red obtuvo entre otros el premio Teatro del Mundo que otorga la UBA.
En cada “Cruce“ la obra se impregnó con la historia de los pueblos latinoamericanos México, Perú, Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Colombia. Encontraba inspiración en poetas populares como Vallejos, Marti, también en el humanismo de Hannah Arendt, Freire por eso hay retazos de esas éticas emergiendo como imágenes o pronunciamientos en las raices eticas de Quien traerá el Alba
REENCONTRARSE DESPUÉS DE LA PANDEMIA
En la pandemia nació la reversión que podemos apreciar en temporada
¿cómo fue redescubrir la obra?
(Moni): Son textos que duelen, tienen densidad, movilizan pero dan impulso para seguir manteniendo una memoria viva.
Evocarlos a través del cuerpo y el corazón, y la posibilidad de expresarlos apelando a la sensibilización es para mí un gesto importante, necesario, desafiante. Poner el cuerpo y la voz para que sean.
(Claudia): –El contexto de pandemia trajo introspección, tramitó viejas y recientes heridas, la lucha por la vida. Reencontramos a crear, significó volver a reconocernos, a tocarnos. Sentí que Quién traerá el Alba…, contenía una herencia de utopías históricas, y en gran parte un testimonio potente de nuestra teatralidad y lo propuse, está obra que nos echó a andar sobre un territorio militante de lo humano, podía ser el lugar de ese reencuentro entre nosotros, con el teatro y con la comunidad. Siempre fuimos los tres, con Moni y con Marian trabajando en la producción de la obra. La reescritura del texto tuvo continuidades pero atravesada en el contemporáneo alojó vulnerabilidad, tomó riesgos y es un nuevo texto con transformaciones de las herramientas escénicas. La estética intensificó lo intimista en lo inmersivo, audiovisual, los cuerpos fueron otros.
¿Y desde la dirección?
(Clau):- La dirección hizo avanzar la fisicalización del texto, que fue conmocionante, porque busqué que el texto fuera emocional, respirable a la par y aparecía el sudor de una mano contra una costilla al sostenernos, aparecía un tiempo pausado, corrosivo a seguir, que dirigir desde adentro, desde un adentro continuó intentando producir una identificación con cada espectador tanto desde las temáticas como desde la forma escénica inusual que se presenta: pensar a los espectadores inmersos, vivos en la expectación, invitar a percibir porque si bien lo que acontece está enrarecido, enmascarado en lo onírico es profundamente potente para la creación de significados. Sin señalamientos, no se puede colonizar la imaginación creadora. En cada encuentro buscaba una comunión emocional y física entre nosotras, y esa comunicación trascendía al ojo de la cámara.
La propuesta inmersiva genera intriga ¿cómo incorporaron ese lenguaje?
(Clau): – Fue una primera experimentación escénica con innovación en el uso de las tecnologías. Fui aprendiendo con los conocimientos especializados de Mariano y orientando los cuerpos y la poesía en lo que él planteaba como una relación presente con la cámara. Durante la dirección estuve consciente de la creación de un cuerpo lienzo, la aparición súbita y vivida de las proyecciones, estuvimos disponibles como actrices a las herramientas y dispositivos que Mariano decidió investigar e incorporar. Podría decir que Mariano creaba una dramaturgia visual y esa dramaturgia articulada como la escénica iban siendo una en la otra, sucediendo una deconstrucción del espacio, del tiempo , de nosotras, en una otra arquitectura y temporalidad y en una otra/otro, que éramos y no éramos nosotras mismas. Marian filmó y sintetizó una arquitectura que nos hábito y desde la dirección la habitamos. Luego todo nuestro trabajo en equipo logró una producción embellecida de poéticas. Todo lo que aparece en la obra son decisiones artísticas.
UNA PUESTA VISUAL ATRAPANTE
En “Quién traerá el alba”, Mariano Tiribelli abre nuevas posibilidades visuales para atraer al público utilizando un lenguaje poco convencional. De esta manera, el artista marplatense logró combinar dos pasiones como es el “teatro y lo audiovisual”.
¿Cómo surgió la posibilidad de incluir proyecciones inmersivas?
Desde chico siempre estuve inmerso entre cámaras de fotos, laboratorio de revelado, filmadoras y videograbadoras. Mi tía, Edith Menéndez, fue la primera videasta de Mar del Plata, y realizaba mucho video arte. Así que heredé esa pasión e inquietud por la experimentación audiovisual. Con quién traerá el Alba, quise mezclar esas dos pasiones: el teatro y lo audiovisual, pero luego, pandemia… encierro.
En ese parate que impuso la condición sanitaria ¿qué pudiste explorar?
Le sumé más inquietudes, a mi me interesa mucho la electrónica y la tecnología. Así que empecé a explorar esas herramientas: mapping de video, programación e Inteligencia Artificial. En 2020 no existía ni chat gpt, ni ninguna de las herramientas que hoy están en uso. Además esas herramientas, que están alojadas en servidores externos y de las cuales uno no es dueño, tampoco me interesaban mucho. Trabajé con software Open Source y con modelos que yo mismo podía entrenar e investigar desde mi propia computadora.
¿ Qué nos podés compartir de los inicios?
Cuando empezamos a trabajar realizamos muchos registros audiovisuales y fotográficos que sirvieron de insumo para entrenar esos modelos y generar imágenes que son las que se proyectan algunas en la obra. Son modelos 3D de las actrices que se generan en vivo durante cada función.
Es así como evidencia el artista francés Pierrik Malebarnche, la obra como otras producción de El Galpón de las Artes es una “una poesía que tiene mucho trabajo puesto sobre el texto”. “Además traen con ellos una poesía visual muy sensible, una puesta muy original, el trabajo de video me impresionó mucho. Un trabajo donde las voces están muy presentes pero las actrices están de cierta forma al servicio de está poesía. Me sorprende mucho y me gustó”, comparte.
Hay un sistema que corrompe y que atenta con la sensibilidad de las personas, que sin darse cuenta apunta a inmovilizar los cuerpos, la conexión con otras personas, la sinergia del trabajo colectivo. “Quién traerá el alba” interpela sobre las condiciones humanas, sin juzgar, sin señalar verdades absolutas las paredes y los techos desaparecen y la memoria que deja huella queda plasmada a gran escala.
Es una reflexión profunda sobre la condición humana, que invita al público a explorar las complejidades de la existencia a través de la poesía y la tecnología . A lo largo de la función, quienes espectan son transportados a un universo emocional y reflexivo, donde las fronteras entre la realidad y la imaginación se difuminan para dar lugar a la emoción.
Un poema inmersivo. Quién traerá el alba… sube a escena esta temporada 2025 los domingos 5 y 19 de enero, 2 y 16 de febrero y el domingo 2 de marzo, siempre a la 21.30hs
Además, en El Galpón de las Artes, invitan a marplatenses y turistas a zambullirse en espectáculos experimentales como “Insomnia”, la última propuesta del grupo Musa Híbrida que está inspirado en el universo de Alejandra Pizarnik, para la cual Mariano Tiribelli también realizó el diseño de imagen del flyer entrenando una Ai con imágenes que registro en los ensayos. Se trata de alternativas que profundizan para interpelar a quien se anime a sentir.