En una ciudad oscura y hostil comienzan a desaparecer los carteles que la mantienen en orden e iluminada.
Los medios de comunicación dan respuestas y, escandalizados replican una y otra vez lo pernicioso de este acto terrorista. La gente no sale de noche, tiene miedo.
Ante una sociedad alterada, la urgencia por justicia se hace violentamente presente, y la falta de certezas y el miedo, le dan carta libre al poder.
Qué está pasando? Para que quiere los carteles? Por qué se los está robando?
Un mediocre y resentido oficial de policía implicado en la búsqueda del responsable del delito, es acompañado en el patrullaje por una compañera que lo padece segundo a segundo.
Incómoda y sensible es la única que logra percibir el acto poético detrás de la locura. Ella lo sabe.
Donde pareciera terminar la libertad de esta sociedad empieza la de lo importante, el origen, lo que dejamos de ver.