Nuestra señora de las nubes
Nuestra Señora de las Nubes, es la reconstrucción de un pueblo perdido en la memoria a través de dos personajes, Bruna y Oscar, dos exiliados, o desplazados, o emigrados, o como se quiera denominar a los que, por una u otra razón deben abandonar ese espacio emocional llamado país.
Estos exiliados se encuentran en diferentes momentos, en los lugares imprecisos de la memoria, y van construyendo los espacios donde creyeron haber vivido experiencias de vida tan importantes como para formar una identidad; la comarca perdida para siempre, y que ellos llaman Nuestra Señora de las Nubes, es asediada por el tiempo y el olvido, ellos solo cuentan con algunos recuerdos que van ordenando y desordenando para evitar que la desmemoria haga presa definitiva de la vida pasada y ya no puedan volver nunca más al lugar de los afectos.
Evidentemente, el mito del exilio, se entronca con otros mitos como el del paraíso perdido, o la búsqueda incesante de Ulises de la Ítaca que, de alguna manera, le devolvería la felicidad que los dioses, a modo de castigo, le quitaron; este castigo consiste fundamentalmente en una expulsión definitiva de una cotidianidad afectiva: familia, comunidad, mitos comunes, cultura, etc., expulsado por el poder omnímodo de los que creen tener la razón o que no aceptan las razones de los otros, la negación de lo otro, de lo diferente, es el fundamento esencial del castigo del exilio.
Oscar y Bruna recurren a la memoria, y al ejercicio libre del recuerdo, de lo específicamente vivido y lo específicamente olvidado, a punto de no distinguir entre lo que la memoria guarda como verdad de vida, y la invención de lo aparentemente vivido; ellos necesitan recordar para que el castigo del exilio no sea consumado, para que el olvido, como método de expulsión, no triunfe.
Inventar un pueblo, con sus personas decentes como la Abuela y Memé, como Irma, como Juan y Soledad y otros, con sus personas mediocres como Don Tello, el Gobernador y la Gobernadora, es la tarea que la imaginación de Oscar y Bruna realiza para huir del castigo, y huir con alegría, con la risa, porque el humor de estos dos personajes hace que la tristeza que persigue a los que están afuera no los alcance, no los anule, que la pena sea cuestionada por la risa franca de los que perdieron todo menos las ganas de reír.
Nuestra Señora de las Nubes, es una obra contra el olvido de lo que somos como comunidad y como seres humanos, para que nuestras señas particulares no sean borradas, esto hace que esta obra se ponga en escena en diferentes países, a lo largo y ancho de América Latina, diferentes grupos, diferentes actrices y actores, han realizado esta obra para decir somos alguien, tenemos voz y rostro, tenemos una cultura, somos alguien.
Vestuario y utilería : José Rosales. Iluminación Gerson Guerra. Música Alberto Caleris. Producción Paulina Tapia
Nuestra Señora de las Nubes, es la reconstrucción de un pueblo perdido en la memoria a través de dos personajes, Bruna y Oscar, dos exiliados, o desplazados, o emigrados, o como se quiera denominar a los que, por una u otra razón deben abandonar ese espacio emocional llamado país.
Estos exiliados se encuentran en diferentes momentos, en los lugares imprecisos de la memoria, y van construyendo los espacios donde creyeron haber vivido experiencias de vida tan importantes como para formar una identidad; la comarca perdida para siempre, y que ellos llaman Nuestra Señora de las Nubes, es asediada por el tiempo y el olvido, ellos solo cuentan con algunos recuerdos que van ordenando y desordenando para evitar que la desmemoria haga presa definitiva de la vida pasada y ya no puedan volver nunca más al lugar de los afectos.
Evidentemente, el mito del exilio, se entronca con otros mitos como el del paraíso perdido, o la búsqueda incesante de Ulises de la Ítaca que, de alguna manera, le devolvería la felicidad que los dioses, a modo de castigo, le quitaron; este castigo consiste fundamentalmente en una expulsión definitiva de una cotidianidad afectiva: familia, comunidad, mitos comunes, cultura, etc., expulsado por el poder omnímodo de los que creen tener la razón o que no aceptan las razones de los otros, la negación de lo otro, de lo diferente, es el fundamento esencial del castigo del exilio.
Oscar y Bruna recurren a la memoria, y al ejercicio libre del recuerdo, de lo específicamente vivido y lo específicamente olvidado, a punto de no distinguir entre lo que la memoria guarda como verdad de vida, y la invención de lo aparentemente vivido; ellos necesitan recordar para que el castigo del exilio no sea consumado, para que el olvido, como método de expulsión, no triunfe.
Inventar un pueblo, con sus personas decentes como la Abuela y Memé, como Irma, como Juan y Soledad y otros, con sus personas mediocres como Don Tello, el Gobernador y la Gobernadora, es la tarea que la imaginación de Oscar y Bruna realiza para huir del castigo, y huir con alegría, con la risa, porque el humor de estos dos personajes hace que la tristeza que persigue a los que están afuera no los alcance, no los anule, que la pena sea cuestionada por la risa franca de los que perdieron todo menos las ganas de reír.
Nuestra Señora de las Nubes, es una obra contra el olvido de lo que somos como comunidad y como seres humanos, para que nuestras señas particulares no sean borradas, esto hace que esta obra se ponga en escena en diferentes países, a lo largo y ancho de América Latina, diferentes grupos, diferentes actrices y actores, han realizado esta obra para decir somos alguien, tenemos voz y rostro, tenemos una cultura, somos alguien.
Vestuario y utilería : José Rosales. Iluminación Gerson Guerra. Música Alberto Caleris. Producción Paulina Tapia
Dirección: Arístides Vargas,
Elenco: Arístides Vargas, María del Rosario Francés,
Sin Barreras de Boletería!
Todos los espectáculos programados en El Galpón de las Artes son sin barreras de boletería, con entradas libres y por Cooperación Solidaria, porque entendemos el acceso al arte como un derecho. Al finalizar cada función, podes realizar tu aporte según tus posibilidades. El ingreso a la sala es por orden de llegada; podes reservar tus lugares desde dos semanas antes del evento y retirarlos hasta 15 minutos antes del inicio.
Próximas Funciones...
❤️
Ayúdanos a Difundir
Compartí con amigos en tus redes para que no se pierdan este espectáculo!
¿Cómo llegar?
El Galpón de las Artes está ubicado en Jujuy 2755, entre Garay y Rawson, Mar del Plata. Reconocerás rápido la sala por el mural en mosaicos del frente, y las luces que brillan sobre el piso de la vereda. La sala cuenta con rampas en ingreso y baños accesibles.